Un poco de historia
Mi historia en la fabricación de herramientas artesanales comenzó con un sueño: formar una familia y estar cerca de mi hija mientras trabajaba en algo que amara. Egresado de la escuela técnica ENET Nº1 de Trelew, Chubut, llegué a San Martín de los Andes con mi esposa, ansioso por encontrar un oficio que pudiera realizar desde casa.
Inicié con una pequeña carpintería, pero pronto me di cuenta de que necesitaba mejorar las herramientas que utilizaba. Este desafío despertó mi interés en el estudio del acero y la fabricación de herramientas. La lectura, la investigación en línea y las conversaciones con artesanos me llevaron a descubrir y enamorarme de la fabricación de cuchillos, una pasión que ha crecido sin freno desde enconces.
Durante todos estos años, he enfrentado desafíos y frustraciones, pero también he experimentado una profunda satisfacción.
Mi taller, situado en un barrio de San Martín de los Andes, rodeado de un bosque de robles y a 930 metros sobre el nivel del mar, es el lugar donde cada cuchillo cobra vida.
Me enfoco en la robustez, la simetría, y una terminación impecable, siempre priorizando la calidad, funcionalidad y vida útil de cada pieza. Cada cuchillo pasa por un exhaustivo control de calidad antes de llegar a su dueño.
Entregar cada pieza es un momento especial. Cada cuchillo lleva una parte de mí, y la satisfacción de saber cómo disfrutan y utilizan mis creaciones es inigualable. Mi objetivo es seguir creciendo y ser reconocido mundialmente, manteniendo la esencia artesanal que define mi trabajo.
Permíteme compartir contigo esta pasión y la historia que impulsa cada herramienta que creamos.